Se confía el desarrollo y el futuro del Perú mayoritariamente a la extracción de materias primas olvidándose sea intencionalmente o no que la fuente del un desarrollo verdadero se encuentra en el capital humano, en el cerebro de los estudiantes universitarios, pues son estos quienes agregaran valor y crearan conocimientos a partir de nuestras potencialidades como país, pero esto no se da o se da de forma aislada, ya que la mayoría de los egresados trabajan en el sector servicio o otros industrias convencionales donde no se genera valor y no se realiza investigación aplicada. Prepuesto si hay, debido a los grandes ingresos por las industrias extractivas, pero esto no se capitaliza, por la ineficiencia del gasto (se invierte en infraestructura “visible” cuando lo que se requiere es inversión en capacitación e investigación) y específicamente en las universidades públicas por la existencia de mafias enquistadas que se refugian allí y que se defienden con uñas y dientes pues no serán competitivos en otros lugares. La universidad pública es un refugio y manutención de estos señores aprovechando la autonomía que tiene la universidad y que blindados con mecanismos dirigidos por las diferentes grupos de la asamblea nacional de rectores y sus nexos con entes del gobierno, esa organización donde todas las universidades tienen peso por igual sean creadas mercantilistamente y de pésima calidad.

La universidad pública en su mayoría es también un refugio para los rezagos de los partidos políticos extremistas captando alumnos y dedicándose a la politiquería barata, habiendo así los llamados alumnos eternos que irónicamente critican y llaman mediocres a las autoridades (y en su mayoría lo son) pero ellos mismo no son un ejemplo a seguir académicamente hablando.  Hay casos donde estos grupos ejercen medidas de presión suficientes como para influenciar en la toma de decisiones en el gobierno de cada universidad. Un caso es el de San Marcos donde el actual rector parece que puso contentos a los grupos radicales bajando el precio de la matricula entre otras medidas populistas y haciendo de la vista gorda para que hagan sus conferencias y así pudo gobernar y manipular tranquilamente. Otro es el caso de la UNI donde algunos gremios estudiantiles reclamaban sin sustento por el turno cena (que mayoritariamente beneficiará a los alumnos de la residencia universitaria y a los llamados alumnos eternos) y aprovechando la ausencia de representantes estudiantiles en consejo universitario, el rector y sus decanos afines la aprobaron, como si eso fuera prioritario, estableciendo así un estado de tranquilidad ante actos de corrupción ¿Dónde quedó la inversión en investigación y otros temas prioritarios?

Esos refugios existe porque la misma razón de que el Estado ha abandonado la universidad pública, no estableciendo una política a largo plazo de lo que realmente desea apuntar como país e involucrando a la educación superior para logra el desarrollo potenciándola y estableciendo prioridades, además de una urgente reforma institucional y control adecuado, ello involucra una renovación institucional de aquellos entes que se ha demostrado que no han funcionando (ANR). También está el de crear mecanismos de articulación con la empresa privada y pública.

En la medida de que no cambiemos esta realidad, todo los discursos de desarrollo solo serán un vano sueño iluso porque el capital humano se desarrolla muy lentamente mientras que nuestros competidores invierten en su capital humano hace ya años como es el caso de Chile, Brasil e incluso Colombia.

Alexander Acuña